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El gusano cogollero (Spodoptera frugiperda) es la plaga con mayor impacto económico en cultivos de maíz y sorgo en México, aunque también afecta otros cultivos. Las poblaciones de esta plaga se encuentran en todas las regiones de México donde se siembra maíz y sorgo, especialmente en zonas cálidas donde pueden tener hasta 8 generaciones anuales. El control de esta plaga representa una gran inversión económica, estimada en más de $1,000 millones de pesos anuales.

A pesar del conocimiento sobre el gusano cogollero, las pérdidas por esta plaga pueden llegar al 15% o más en cultivos afectados. La plaga tiene una amplia diversidad de hospederos y varias generaciones al año, lo que dificulta su control.

Plantas Hospedantes: Se reportan 186 plantas hospedantes a nivel mundial para S. frugiperda, principalmente en las familias Poaceae, Fabaceae, Solanaceae, Asteraceae, Rosaceae y Chenopodiaceae. Los principales hospedantes son maíz, sorgo, cacahuate, caña de azúcar, arroz, frijol, algodón, soya, chile, cebolla, alfalfa, tomate, lino, papa y zacate grama.

Aspectos Ecológicos y Morfológicos: La plaga es de origen tropical y subtropical, completando su ciclo de desarrollo continuamente en esas zonas. En zonas templadas, es una plaga estacional y no sobrevive a los inviernos fríos. Cada hembra puede ovipositar alrededor de 1,000 huevos en su vida, en masas de 100 a 150 huevos. Las larvas recién nacidas se alimentan del corion de los huevos y presentan hábitos gregarios y canibalísticos en sus primeros instares.

Ciclo Biológico: El gusano cogollero tiene varias generaciones por año, con un ciclo biológico que incluye huevo, seis o siete estadios larvarios, pupa y adulto. La duración del ciclo de vida varía según la temperatura y las estaciones del año, siendo más corto en verano y más largo en invierno.

Dinámica Poblacional: En Guanajuato, los adultos son más abundantes en mayo y junio, mientras que en septiembre hay menos especímenes. En Zacatecas, se presentan en promedio tres generaciones al año, en mayo, julio y septiembre. En el sureste mexicano, no hay un patrón espacial reproducible anualmente, y factores climáticos como huracanes y tormentas tropicales pueden influir en el comportamiento de las poblaciones.

Dispersión: El gusano cogollero tiene capacidad de migración. En EE.UU., las infestaciones provienen de poblaciones hibernantes en el sur de Florida, Texas y el norte de México. En Brasil, se ha observado que los adultos se dispersan en distancias cortas mientras encuentren condiciones y hospedantes favorables.


Descripción Morfolófica

Huevo

- Esférico, blanquecino, estriado
- Mide alrededor de 0.4 mm de diámetro y 0.3 mm de altura
- Cambia de color de verde a negruzco antes de la eclosión
- Parte externa del corion con depresiones superficiales, la interna es lisa

Larva

- Recién emergida es de color blanquecino a amarillo con puntos negros y cápsula cefálica negra
- Se oscurece al alimentarse, dando una apariencia verdosa
- Los tres instares finales son de color oscuro, con patrones variables
- Presenta áreas adfrontales en forma de "Y" invertida en la cabeza
- Marcas incluyen una línea discontinua blanca en el centro-dorsal y amarillo y rojo moteado en la parte ventral del abdomen
- El octavo segmento abdominal tiene cuatro puntos negros en forma de cuadrado en vista dorsal
- El período larval dura de 14 a 22 días, pasando por seis o siete instares larvales
- Consumen un promedio de 179.7 cm² de superficie foliar de hojas de maíz

Pupa

- De color caoba
- Mide 14 a 18 mm de longitud y alrededor de 4.5 mm de diámetro
- Extremo abdominal (cremaster) con dos espinas en forma de “U” invertida
- Los sexos se pueden distinguir en esta etapa

Adulto

- Envergadura de 32 a 40 mm
- Macho: área costal de las alas anteriores de color pálido, con manchas elípticas blanquecinas y una franja diagonal clara
- Hembra: mancha elíptica en el margen costal delimitada por una línea clara


Daños: El gusano cogollero causa daños en el maíz alimentándose del follaje y, ocasionalmente, del elote. Las larvas penetran el cogollo de plantas pequeñas de 10 a 60 cm de altura, lo que se detecta al observar hojas perforadas. El daño foliar se caracteriza por la alimentación irregular y excremento húmedo parecido al aserrín cerca del cogollo y las hojas superiores. En zonas tropicales y subtropicales, los daños son más severos. Con temperaturas superiores a 30 °C y poca precipitación, la larva se dirige a la base de la planta para barrenar el tallo y refugiarse dentro de él.

Monitoreo y Muestreo: El monitoreo del gusano cogollero se realiza mediante muestreo desde la emergencia de las plantas, dos veces por semana hasta 50 días después de la emergencia, observando 50 plantas seleccionadas al azar en 5 sitios distribuidos en patrón de "cinco de oros" en una hectárea. Se debe aplicar tratamiento si se detecta un 5% de masas de huevos o entre el 10 y 20% de plantas revisadas con larvas. El monitoreo también puede realizarse con trampas de feromona, siendo la trampa de garrafa la más económica y efectiva. Si se capturan más de 200 palomillas por trampa, se relaciona con 60% o más de plantas con daño y 50% o más de plantas con larvas.

Control del Gusano Cogollero: El control del gusano cogollero incluye diferentes métodos como el control natural, legal, cultural, físico, mecánico, biológico, químico y el manejo integrado de plagas (MIP). El MIP utiliza dos o más métodos de control para mantener las poblaciones plaga por debajo del umbral económico, priorizando métodos efectivos, económicos, seguros para la salud y con mínimo impacto ambiental. El control químico debe aplicarse en el momento óptimo, antes que las larvas midan más de 1 cm, para garantizar su efectividad. Es crucial dirigir la aplicación a la emergencia de las larvas para reducir costos y dosis necesarias. Es posible que se requieran dos o más aplicaciones durante el ciclo del cultivo, por lo que el monitoreo debe mantenerse hasta la madurez del grano.


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