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A plicaciones de calcio en postcosecha mantiene la turgencia celular, firmeza de los tejidos y el retardo de catabolismo de lípidos de membrana y como consecuencia se extiende la vida de almacenamiento de las frutas frescas en buenas condiciones (Adelaide et al., 2013), las aplicaciones de calcio a frutas y hortalizas en postcosecha, han sido útiles para mantener la firmeza de productos hortofrutícolas, de igual manera reduce la incidencia en enfermedades por patógenos y para prevenir el desarrollo de trastornos fisiológicos (Pablo et al., 2010), preservar la calidad de los productos frescos es relevante para la comercialización debido a su impacto económico y la creciente demanda de consumo de frutas y verduras, se ha fomentado la investigación para el desarrollo de nuevas tecnologías para la conservación e incrementar la vida útil basados en productos naturales, (Morteza et al., 2013) y el calcio tiene funciones metabólicas en planta, las especies hortofrutícolas, ocupan de una equilibrada y oportuna fuentes de calcio, durante el crecimiento y en la etapa de postcosecha, con el fin de mejorar la vida útil y la calidad nutricional de los productos hortofrutícolas (Morteza et al., 2012).

El calcio juega un papel importante en la estabilización de la membrana celular manteniendo la permeabilidad (Marschner. 1995), las sales de calcio cumplen la función de agentes reafirmantes, debido a que los iones de calcio actúan sobre las cadenas de pectina para formar puentes entre éstas, aumentando la fuerza de la pared celular tanto en tomates como en otras frutas y hortalizas (Contreras et al., 2011), además han influenciado en los fosfolípidos de membrana y las concentraciones de monogalactosyldiacylglycerol y para preservar la integridad de la membrana no sólo al posponer cambios en los lípidos de membrana relacionadas con la senescencia, sino también por el aumento de los procesos de reestructuración de membrana. (Morteza et al., 2012). Los métodos más utilizados reportados para la aplicación de calcio en productos hortofrutícolas fresco son los tratamientos por inmersión mediante este proceso se favorece la dispersión de la solución en la superficie de las frutas y hortaliza, evitando de oxidación que podrían llevar a cambios de color y generar sabores desagradables en el producto (Martín et al., 2007). La síntesis de fitoalexina y compuestos fenólicos se genera de una manera exitosa con la aplicación de calcio, estos procesos bioquímicos explican el efecto en la reducción de la podredumbre y pardeamiento en postcosecha de frutas y hortalizas (Imre et al., 2012).

Importancia del ion calcio en postcosecha

El calcio es un ion de señalización que sirve como un portador de carga y un intermedio químico que une muchos estímulos fisiológicos a sus efectores intracelulares (David et al., 2008) además es un mensajero secundario que desempeña un papel fundamental en la regulación de las funciones fisiológicas en las frutas, verduras y flores durante la vida postcosecha. La aplicación de calcio en postcosecha en algunas frutas y hortalizas ha servido para mantener la firmeza mediante la formación de puentes iónicos entre el calcio y los grupos carboxílicos libres de ácido galacturónico residuos presentes en pectinas, además, se ha sugerido para fortalecer la estructura de la pared celular (McCann. 2001) de igual manera aplicaciones de calcio a frutas y hortalizas en postcosecha limitan la incidencia de daños por frío, expresados como pardeamiento (Manganaris et al., 2007).

En la actualidad existen varios métodos para la aplicación de calcio en tratamientos de frutas y verduras frescas, que han mostrado resultados positivos para la viabilidad de este tipo de productos en la conservación de alimentos, el objeto de tratar productos hortofrutícolas con calcio es mantener la calidad y propiedades fisicoquímicas de los productos, además tiene la ventaja de enriquecerlos, por lo tanto la perspectiva de crecimiento para el mercado de alimentos enriquecidos hace de esta una oportunidad muy interesante desde el punto de vista de la industria (Martín et al., 2007).

La maduración de la fruta es un proceso complejo y es fenómeno coordinado, genéticamente programado e irreversible que implica una serie de modificaciones fisiológicas, bioquímicas y sensoriales resultantes en frutos maduros, listo para comer, con parámetros de calidad definidos (Giovannoni. 2001). En este proceso de maduración están presentes las proteínas quinasas y, además, están implicadas en la transducción de etileno (Stepanova et al., 2000). Frutos tratados con calcio puede mejorar la calidad postcosecha por retraso de la maduración, manteniendo la firmeza, estudios demuestran que los mecanismos moleculares de calcio tienen efectos beneficiosos a las propiedades físicas y químicas de los productos hortofrutícolas (Yang et al., 2010). El etileno cumple un papel muy importante en el proceso adecuado de maduración de la fruta y el desarrollo de los atributos de calidad tales como el color, el sabor, la textura y cualidades nutricionales, pero el exceso de este en el proceso de maduración reduce la vida útil de frutas, por el desarrollo de trastornos fisiológicos y el aumento de la susceptibilidad a patógenos y finalmente conduce al deterioro de la calidad nutricional de los frutos (Jacob et al., 2012). El calcio aparte de dar la estructura a la pared celular tiene la función de la biosíntesis y señalización de etileno, regulación de las vías metabólicas como la biosíntesis de ácido abcísico (ABA) y el ciclo de ascorbato, la transducción de señales fosfolipasa y su relación con etileno.

Según (Kudla et al., 2010) un aumento de calcio citosólico en respuesta a las señales externas es un evento importante que a su vez conduce a la activación de la calmodulina, proteína quinasas y enzimas, además de cambios en la composición de la membrana que implican la fosforilación de fosfatidilinositol que resulta en la formación de fosfatidilinositol - 4 - fosfato y fosfatidilinositol - 4, 5 - bifosfato. Los ácido fosfatídicos, formados por la acción de la fosfolipasa ha sido reconocido por (Selvy et al., 2011) como un componente clave en las vías de transducción de señal, la fosfolipasa es una enzima clave que integra la acción del receptor de hormona y tiene como consecuencia el incremento del calcio citosólico y la generación de ácido fosfatídico, por lo tanto es importante, la regulación de la actividad de fosfolipasa ya que es una biomolécula necesaria en la función de las células (Tiwari et al., 2011). La fosfolipasa está implicada además en el catabolismo de los lípidos de membrana que se producen durante la maduración de frutos, la senescencia de las flores y el estrés de la planta, así como sus efectos en la desestabilización de la membrana.

El aumento de los niveles de proteína fosfolipasa, así como la actividad, en los procesos de senescencia, siempre está acoplado a las actividades de las enzimas tales como fosfatasa fosfatidato, acil hidrolasa lipolítica y lipoxigenasa, que dan como resultado la acumulación de lípidos neutros que causan la formación de fase de gel y la desestabilización de la membrana (Morteza et al., 2012); además el uso del calcio es una alternativa importante y eficiente para el tratamiento postcosecha aumentando la vida útil de las frutas, verduras y flores.

Principales funciones del calcio

Acerca de los problemas de osteoporosis se calcula que 1,3 millones de fracturas se presentan al año en los EE.UU., con un costo estimado de mil millones de dólares anuales (Debar et al., 2004), por lo tanto, la prevención de la osteoporosis es un objetivo importante de salud pública. El calcio es un importante mediador de los efectos hormonales en órganos a través del sistema fosfoinositol, también hay evidencia que vincula la hipertensión con deficiencia de calcio (Appel et al., 1997 y McCarron et al., 2001). En las plantas, el calcio está asociado principalmente con los materiales pépticos. Según estudios este, tiene funciones importantes relacionadas con las propiedades reológicas de la pared celular y por ende está relacionado con la textura y la vida de almacenamiento de frutas y verduras (Ariel et al., 2009). El calcio puede interactuar con los polisacáridos aniónicos pépticos, en coordinación con las funciones de oxígeno de dos cadenas de pectina adyacentes para formar el llamado estructura caja de huevo y la reticulación de las cadenas (Rose et al., 2003). Las señales de plantas se cree que están traducidas a través de citosólica de calcio, incluidas las heridas, estrés por temperatura, elicitores fúngicos, estrés oxidativo, anaerobiosis, ácido abscísico, estrés osmótico y la nutrición mineral, por lo tanto, se dice que el calcio es un segundo mensajero y debe ser mantenido en el citoplasma en concentraciones muchos más bajos que el calcio en la pared celular (Ariel et al., 2009).

Las principales fuentes de calcio en la naturaleza son los productos lácteos, sin embargo, los cultivos hortofrutícolas son considerados una fuente secundaria de calcio, pero, tomados en su conjunto, las frutas y los vegetales representan casi el 10% del calcio en el suministro de alimentos...

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